Cronica al tun tun de un Salón

Hum… cinco minutitoz más… Buff, ¡Que resaca de saló! ¡Uno ya no esta para estos trotes!

Solo fui dos días fueron bastante intensos, la verdad es que al final no hice nada de lo que tenia planeado, casi no vi las exposiciones, no asistí a ninguna conferencia y mis compras fueron mínimas ¿Y que estuve haciendo? Hablar con la gente, andar mucho, y hacer eternas horas de cola por una firmita. Lo normal, vamos.

Llegue el viernes por la tarde directo del trabajo. Bajo mi camisa y mi corbata llevaba una camiseta de Superman. Lo malo fue cuando mis compañeros notaron que el logo trasparentaba, pero eso es otra historia.

Iba con ilusión. Con el tiempo planificado, el viernes iba a ser el día de ir de compras y el sábado el de quedar con la gente. Hice un par de fotos, salude a la gente de varios stands que conocía, y me dispuse a lanzarme a una orgía consumista con mi lista de “faltas”.

Me sorprendió mucho lo vacio que estaba todo, pese a lo grande del lugar a la hora punta de viernes la asistencia era bastante pauperrima. Pero a cada esquina que doblaba, zas, aparece algún conocido. Gente de Barcelona, Madrid, Valencia, Pamplona….gente de mi trabajo (¡Sabia que alguno tenia que ser friki!), amigos de toda la vida, bloggeros, simples conocidos…  A algunos de ellos hacia años que no los veía, y con todos apetece charlar y ponerte al día aunque sea en 5 minutos.

A lo tonto, a las siete de la tarde casi no había comprado nada. Pique con bastante TPB americanos en la tienda de los franceses, pero me obligué a mi mismo a comprar SOLO aquello que jamás voy a ver en español. Y aun así, tras varias vueltas al salón, me sobraba mucho del dinero que llevaba de presupuesto (Las novedades no las compro nunca en el saló, que en la tienda me hacen… TOP SECRET % descuento).

Así que me volví a la cola de firmas donde estaba Francesc Martinez y el Tete a tiempo para ver como Carlos Pacheco hacia una Fénix impresionante.

Y sin mucho más que hacer, me fui pa casita.

El sábado “madrugón”, me despierto a las 6 y me paso varias horas leyendo las novedades antes de salir para estar en el salón a las 11, hora a la que habíamos quedado. Y me equivoco de autobús, con lo que llegue a plaza España casi una hora tarde.

A las 12 la cola para comprar las entradas era criminal, cientos de personas esperaban a poder comprar algo que se puede comprar por servicaixa. Curioso. Y a la vez curioso que no hubiese ningún tipo de cola para entrar en el saló. Supongo que por una vez las cosas se han hecho bien, ya que el aforo del lugar era suficiente para que, incluso en el momento de mayor afluencia, el saló no estuviese saturado. (Eso si, el viernes tenías la sensación de que el sitio estaba vació).

Encontré a la gente, vimos un par de exposiciones y deambulamos por el salón. Casi no compre nada y la mayoría del tiempo se paso haciendo cola para conseguir cierto sello exclusivo de Cels Piñol antes de ir a comer. Conocí a mucha gente, pero reconozco que no recuerdo el nombre de la mayoría de los que comieron conmigo. Pero de todas formas, gente muy agradable y que espero volver a ver en futuros salones.

Por la tarde se nos sumó una amiga mía friki a tiempo parcial, ya que le encanta la ciencia ficción pero solo compra cómics una vez al año (en el saló). Cargadita de bolsas la convencimos para que diese vueltas y vueltas en vez de volverse a su casa.

A eso de las seis y media me despedí, muchos volvieron a sus casas y yo me presenté en la KDD Bloguera. Que seguramente muchos describirán mejor que yo. Baste decir que obligamos a montarnos una terracita y que uno de los temas de discusión fueron los Serrano.

En fin, otro salón más. ¡Y ya van más de 10 a los que he asistido! ¡Ahora solo queda llegar a casa, ordenar la pila de cómics que tengo por leer, y volver al ritmo habitual!