14 diciembre 2006

Reflexionando

Si uno mira atrás y piensa en la cantidad de cómics que ha leído puede llegar a asustarse.

Personalmente soy incapaz de cuantificar cuantos cómics he leído en mi vida: desde ese primer mortadelo que leí en la peluquería hasta la última novedad del mes han pasado miles de cómics por mis manos, unos pocos son obras maestras, muchos me han hecho disfrutar, otros muchos no me han dicho nada, y hay algunos que, simplemente, intento olvidar.

Pero siempre que me ponía a leer cómics era capaz de pasarlo bien, para mi leer cómics era pasar una tarde sumergido en mundos fantásticos repletos de maravillas, donde creerías que un hombre puede volar y los villanos dicen BWAH HA HA HA.

Fui un lector compulsivo, lo reconozco, quería tenerlo todo (y eso en los 90 es grave): me pasaba horas y horas en los mercadillos comprando de saldo todo lo que podía para pasar posteriormente horas y horas leyendo cómics aleatoriamente, dejando argumentos inconclusos y apuntándome que seria lo siguiente a buscar. Aunque he leído bastante manga y algo de europeo, la columna vertebral de mi colección siempre serán los señores en mallas.

Es irónico que, cuando uno madura, ya ha consolidado su afición y tiene más disponibilidad económica para adquirir todo lo que quiere sea cuanto menos tiempo tienes disponible para leer. Esto hace que, desde hace bastante tiempo, no haya releído casi ningún comic. La pila de lectura se va acumulando y la voy despachando a ritmo pausado algunas noches, algunos trayectos de tren o pequeñas maratones de lectura algún fin de semana. Pero voy notando una especie de desgaste, mucho de lo que leo ya no logra conectar conmigo, la mayoría de cómics de superhéroes actuales me parecen aburridos y repetitivos. He dejado la mayoría de las colecciones de Marvel que hacia porque iniciaba su lectura con autentica desgana y cada vez estoy restringiendo más mis compras porque el espacio en mi casa empieza a quedarse pequeño.

Pero por suerte sigo disfrutando con ciertas lecturas, cosas como JSA o Invencible me hacen mantener la esperanza en el género superheroico. La verdad es que la perspectiva es bastante buena y tengo ganas de mi futuras compras superheroicas, principalmente DC hasta las Crisis, y ya veremos que pasa cuando llegue la guerra civil.

En fin, creo que estoy divagando…

4 comentarios:

  1. Anónimo12:56 p. m.

    Así es. Cuanto más mayores, más responsabilidades, menos espacio, y, sobre todo, menos tiempo para disfrutar. ¿Hoy estamos de otoño? ¡Saludicos!

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  2. Anónimo1:20 p. m.

    Bueno, con este tiempo que hace en Barcelona ya no se si estamos en primavera o en pleno invierno

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  3. Anónimo11:31 p. m.

    Pues estamos en otoño, en este otoño raro que nos ha tocado este año, con sol y villancicos en inglés!!!

    Yo soy bastante compulsiva leyendo, y por lo tanto, leyendo tebeos...

    Besitos

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  4. No me hables de compulsión leyendo... ¡Que me leí el Codigo Da Vinci en 1 solo día!

    Desde entonces mi cerebro no ha vuelto ha ser el mismo.

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