
Aunque este blog esta más que muerto , aprovecho para desear
Nos vemos el año que viene
Atrapado en la rutina, logro mantener la cordura gracias a mis aficiones.
Yo empecé a trabajar en el Mercat de Sant Antoni hace más de diez años, primero como ayudante en una parada y luego como “encargado” de una. En estos diez años el Mercat ha cambiado mucho y, con el tema de los comics, no puedo decir que las cosas hayan ido a mejor.
Viendo el panorama de publicación actual cuesta pensar en una época en la que la gran mayoría los comics eran grapas y aunque había algunos tomos y prestigios de vez en cuando, la gran mayoría de ventas se realizaban en este formato… ¡y se vendían muy bien! Tener una parada bien nutrida de comics, vendiéndolos a algo menos del precio de portada, te permitía ganar una cantidad respetable de dinero. Incluso hay personas que solo vivían de los beneficios que les daban esos cuatro domingos al mes.
Muchas ventas, aunque fueran de pequeño importe. Pero mucha gente, gente que revolvía las cubetas y buscaba cosas concretas, niños buscando comics baratos, señores de respetable edad buscando comics de su infancia…
Comprar y vender, esa siempre ha sido la dinámica del Mercat. La gente que no quería cosas te las traía y las comprabas a buen precio. Si era algo que veías vendible le dabas más y si era material “difícil” lo comprabas muy barato para poder venderlo barato… porque todo se vendía tarde o temprano.
Pero las cosas han cambiado mucho en estos diez años.
Para empezar, las editoriales cada vez publican más tomos, más caro, más tapa dura… ¡Los presupuestos de la compra mensual de comics se han disparado de 2000 pesetas a 50€ o más! Y, además, la gran mayoría de compradores son compulsivos y compran las novedades la misma semana que salen pagándolas religiosamente a precio de portada (o con un descuento del 10% que realizan algunas paradas de novedad del Mercat).
Esto hace que la entrada de material “reciente” casi nunca venga por parte de los visitantes del Mercat ya que la gente ya no se vende las cosas que ha comprado a no ser que le falte espacio y cada vez cuesta más conseguir material de segunda mano a buen precio.
Además, la gente del Mercat ha cambiado mucho. Cuando antes tenías decenas de personas mirando las cubetas cada día ahora tienes a un par. La gente pasa por delante de las paradas mirando, paseando, comentando con los amigos los que ven… pero no compran nada. El Mercat se ha convertido en un paseo dominical para mucha gente que, ocasionalmente, puede comprar algo.
Ves pasar a la mayoría de las personas sin bolsas o con pequeñas compras en ellas. Pasan las horas sin que nadie compre nada y te das cuenta que algo falla…
Y aún peor, la gente que viene al Mercat con intención de comprar… lo quiere hacer MUY barato, demasiado.
Hay paradas en el Mercat de Sant Antoni que hacen mucho daño al poner comics que han salido hace tres y cuatro meses al 50% o así. Mezclados en pilas baratas de porquería, comprados “vaya ud a saber de donde”… Hay paradistas que tratan los comics peso, y los venden a peso. En esas paradas puedes encontrar cosas buenas y baratas, pero el que te lo vende no tiene ni idea del material.
Yo aspiro a tener una parada “de calidad”. Comics enfundados y ordenados, material en buen estado, algo de novedad… todos los comics con su precio perfectamente marcado, la gran mayoría a precios por debajo del de portada.
Me parto los cuernos cada semana para tener material presentable y hacer una parada atractiva al publico… pero la gente lo que quiere es cosas baratas.
Y la verdad es que estoy cansado de conversaciones como esta:
- ¿Esto cuanto vale?
- (Como pone en la etiqueta) 12 euros.
- Huy, que caro.
- Que nuevo costaba 19,95
- No…
El cliente deja el producto mal colocado y se va escandalizado.
¡Y hablamos de un comic nuevo y precintado!
En resumen, que la cosa esta mu mal, hay que comprar caro y vender barato. Los domingos en el Mercat cada vez son más agónicos y uno comienza a replantearse el modelo de venta.
Últimamente estoy viendo muchos abandonos de los lectores de comic de superhéroes.
Gente que, poco a poco, deja de comprar comics al ver que la mayoría de sus compras las hace por inercia y que, en el fondo, no le sacan “el jugo” que le sacaban antes a la lectura de sus comics semanales. Lecturas vacías, rutinarias, de viñetas aburridas donde no pasa nada. Incapaz de emocionarse con la lectura ni disfrutar de su afición.
Por un lado creo que nos hacemos mayores. Tenemos mucho más dinero que cuando éramos adolescentes y esto hace que nos permitamos mayores gastos en nuestras aficiones… pero muchas veces nos pasamos. Compramos cualquier cosa que mínimamente nos resulta interesante y vamos acumulando pilas y pilas de papel impreso a la espera de un ratito libre.
Muchas veces llegamos a casa cansados, con la cabeza embotada tras horas y horas de trabajo y pocas ganas de hacer nada. Tras la ducha y la cena, antes de dormir, intentamos leer un comic: una página, dos… buff… otra página… buff… no hay manera… ¿Que darán por la tele? La pila puede esperar…
Al final llega un momento te dices… ¿Para que comprar más? Tengo mucho pendiente… pero sigues comprando, sin darte cuenta, leyendo poco y mal aquellos comics que más ilusión te hacen. Emocionándote con algunos, pero aburriéndote con la mayoría.
Hasta que no cabe más. Sea habitación, piso o almacén todo el espacio es finito y al final todo friki debe asumir que ha acumulado mucha mierda. Es el momento de hacer limpieza, deshacerse de aquellas cosas que consideras que no necesitas… vas abriendo cajas y avergonzándote de lo que antaño parecían incunables. Relees por encima algunos y te preguntas como podían gustarte tanto… y aun así… te cuesta deshacerte de ellos. Solo algunos, otros muchos vuelven a la caja de tus recuerdos.
Vuelves a pensar en lo que estas haciendo. Comprando sin criterio comics de calidad “dudosa” que no te aportan más que unos breves momentos de distracción de tu rutina diaria… pensando que quizás eres demasiado mayor para todo esto. Pensando que quizás no es que los comics nuevos sean tan malos…
¡Y yo a eso digo NO!
¡Que es que son muy malos, leñe! Que por cada Green Lantern o Nova hay diez Dinastía de M y Countdown!
Pero, aún así, seguimos comprando… hasta la próxima vez que nos entre la neura.
Recientemente leí un articulo de economía donde explicaban la crisis actual poniendo como ejemplo el elevado precio de una carta Pokemon (Charizard) de hace unos años.
Me hizo gracia que se utilizara un ejemplo “friki” para explicar economía… pero, pensándolo detenidamente, tampoco tiene nada de extraño: Cada vez que veo a la gente seguir los precios de las cartas coleccionables no puedo evitar pensar en los Brokers siguiendo sus inversiones. En el mundo de las cartas, al igual que en los mercados financieros, el precio de las cosas no solo viene determinado por lo buena que esta sea para el juego, sino que tiene un gran componente de “moda”. Es normal que una nueva estrategia, un combo… o un simple rumor multiplique el precio de una carta.
En el mundo de los comic los precios son más estables. Los compradores tienen asumido que los precios de los comics siguen una progresión similar a esta según lo antiguos que sean. De forma que esperan que un comic relativamente reciente sea más barato que su precio de portada pero aceptan pagar más que ese precio (hasta un cierto limite) si el comic es suficientemente antiguo.
Lamentablemente cada vez hay menos movimiento en el mercado de segunda mano, últimamente la gente solo se vende “lo malo” y cuesta bastante llenar las cubetas de una tienda con material relativamente antiguo de calidad. Esto hace que haya comics antiguos que, por calidad y rareza, hayan adquirido precios desmesurados.
Pero… ¡Cuidado! No te apresures a invertir en comics. En los últimos años el mercado editorial nos enseña que no es oro todo lo que reluce y lo que hoy es un incunable mañana puede que solo sea cuero manchado de tinta.
Veamos algún ejemplo de comics que han perdido todo su valor a nivel comercial:
Y ahora veamos un par de casos en los que el comic aún tiene el precio disparado:
En general, vemos que la causa fundamental para la perdida de precio de un comic es su reedición, la gente prefiere los nuevos tomos (cada vez más gordos) y ya no se valora la grapa antigua. Las únicas cosas que aun valen dinero (o, aún peor, que tienen posibilidades de venderse) son aquellas en las que no hay alternativa, comics que solo tienen esa edición y que aún esperan dentro de sus fundas a que un nuevo dueño las adquiera para su colección.
En fin, reflexiones que le dan a un tendero especulador…