Así que, para matar el tiempo, mi madre se apropio del número de Clara que había comprado la semana pasada:
Siguió leyendo al terminar su turno mientras esperaba que su compañera llegara. Lo que no podía esperar es que lo primero que ella le dijo fue:
¡¿QUE HACES LEYENDO PORNOGRAFÍA?! No me esperaba esto de ti.
De nada sirvió que mi madre, de buenos modos, le intentara hacer ver la diferencia ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario