Crónicas del Mercat: El Público

Como dije en la presentación, soy dueño de una parada en el Mercat de Sant Antoni. Para los que no lo conozcáis, el Mercat es un mercado dominical donde uno puede encontrar “de todo”, desde libros antiguos a chapas de cava, pasando por cómics, minerales o cromos. Es un apasionante submundo regido por las leyes de la oferta y la demanda que recomiendo visitar.

En esta sección ¿semanal? Os mostrare día a día del Mercat tras la barrera.

Cada día pasan por delante de la parada cientos de personas, con el paso de los años uno ya aprende a clasificarlas al primer vistazo:

El Friki normal: 20-30 años. Ropa informal. Suele venir solo o con la novia. Viene a darse una vuelta por el Mercat a comprar las novedades, y de paso compra algo más. Suelen ser receptivos a sugerencias.

La Friki: 20-30 años. Ropa informal. Suelen venir solas o con amigas. Rompen completamente los tópicos cuando te demuestran que saben tanto o más de comic que tú y encima suelen comprar.

El Friki con pasta: 35-50 años. Bien vestido. Compra sin mirar el precio, pero solo lo que le interesa. Huelga decir que de estos hay pocos.

La Friki con pasta: Alguna habrá, ¿no?

El Otaku: Joven de entre 14 y 18 años. Va mirando las pilas de manga y, al ver algo que le falta, se siente impulsado a comprarlo. Tiene poco dinero y suele pagar con monedas sueltas, pero son clientes fieles.

La Otaku: Al contrario que su congénere, la Otaku sabe claramente lo que quiere. Suele buscar números concretos de series concretas y suele contrariarse cuando no los tienes. Una clienta difícil de contentar.

La sufrida Madre: Lleva en un papelito cosas como “Fusiki chugi” o “Ay Yoyas O si”. Si tienes algo de lo que le han pedido se siente agradecida al poder salir ya del mercado.

El Venerable Anciano: Suele ser una persona completamente ajena a la actualidad editorial, se lleva una alegría al ver la nueva edición de Rip Kirby o Príncipe Valiente, aunque lamenta que los tengas TAN caros. Suele regatear, pero acaba comprando.

El Ladrón de Guante Blanco: Aunque parezca que se interese por lo que tienes… ¡Solo esta mirando los precios para robarte lo que tengas más caro! Suelen intimidarse ante una mirada constante y se marchan a pastos más verdes.

La Jauría: Jóvenes adolescentes que practican la vieja técnica de “uno distrae y los otros mangan”. Perfectamente organizados hasta que comenten el error de preguntar por el precio de Persepolis.

El Pesao: Habitual del mercado, pasa cada semana y te saluda. Todo normal hasta que empieza a explicarte su vida como si fueras su mejor amigo. Nunca compra nada, y como le sigas el rollo es imposible librarte de él.