28 febrero 2007

Final Fantasy XII: Primeras impresiones


¡Prueba superada!

Después de varios meses esquivando bombardeo informativo he logrado que solo me llegara algún rumor acerca del nuevo sistema de batalla y del nuevo sistema de evolución de los personajes. Ha costado, pero he conseguido llegar a comprar el juego sin enterarme de su argumento, personajes o secretos.

¿Y eso por que? Pues por la misma razón por la que voy a dejar la guía en la estantería de momento: Quiero disfrutar del juego en si mismo y avanzar por él dejándome que me sorprenda. Y después ya se pasaran horas muertas completando los 1001 secretillos.

Quizás pueda pensarse que gastarse 50 eurazos (+15 de la guía) en un juego del que no se nada es una inversión arriesgada, pero... leñe...

¡Que es un Final Fantasy!

En fins, pues eso, que el domingo cerré la puerta de mi cuarto, entorné las persianas, puse el juego en la Play y me dispuse a entrar en el mundo de Ivalice....

El inicio es prometedor, las escenas cinemáticas te presentan la historia del continente te enseñan una boda real. Vemos que la historia esta ambientada en un mundo más medieval que tecnológico, con castillos, caballeros y espadas. Pero como en todos los Final Fantasy salen algunos elementos de tecnología como aviones o robots.

La historia avanza presentándote el escenario de una guerra hasta llegar a una batalla desesperada defendiendo un baluarte, las escenas del combate son impresionantes (y a nivel friki, genial el uso de los chocobos como monturas de combate), pero cuando parece que vamos a empezar a controlar al personaje, el príncipe.... zas, se lo cargan.

La historia da un salto en el tiempo, se nos explica que la guerra va mal para “nuestro” bando. El rey firmara una rendición, pero lo que el no sabe es que en cuanto la firme planeaban matarlo.

Y ahora sí, nos metemos en la piel de un joven soldado que se une a un grupo para rescatar al rey. Miro el reloj, casi un cuarto de hora de presentación, mola.

Lo primero que hace el juego es enseñarte a moverte, interactuar con personas y objetos (ahora sale un símbolo “!!” cuando estas cerca de algo, lo cual ayuda bastante a no perderse palancas o cofres”), y el nuevo sistema de combate.... que es... raro.

Raro porque se mezclan conceptos: los enemigos están por el mapa como en los RPG normales y el combate se produce “en tiempo real”, puedes moverte, y atacar desde diferentes posiciones, pero tienes el menú de acciones clásico del Final. Cada acción que hagas tarda un tiempo determinado como en el Final VIII, lo que nos da un sistema de “pseudo turnos”. Esto puede resultar lioso, ya que pueden llegar nuevos enemigos sin que de des cuenta o puede que tardes demasiado en hacer algo más que “Pegar”.


Por suerte, y con algo más de experiencia en el juego, me di cuenta que puedes configurar el juego para que se detenga cuando abras el menú para dar ordenes. Es una solución “tramposa”, pero ha demostrado ser muy útil cuando los combates de complican y evita que te satures como en el Kindom Hearts.

Y por otro lado están los Gambits. Los Gambits son “líneas de programación” que les puedes poner a tus personajes, del estilo de “Si veo a un enemigo, atacar” o “Si alguien tiene menos del 30% de su vida, curarle”. Ayuda bastante a la hora de curar a tus personajes o definir acciones de combate rutinarias, pero uno tiene la sensación de perder el control de los personajes. Una de las principales características que me gustaban de los Final era el estilo de batallas por turnos, llevando varios personajes, y montando estrategias. Aunque todo ello sigue presente, todo el juego parece enfocado a que “te olvides” y te dediques a programar las acciones por adelantado. Aun no tengo claro si me gustan o no, los he tenido poco tiempo ya que hasta el tercer día de jugar (unas 6 horas) no puedes configurarlos.

Pero volvamos a la historia, en un sorprendente giro de los acontecimientos cuando llegas al salón del rey... digamos que no volverás a llevar al joven soldado en el resto del juego.

Salto de 2 años, eres Vaan, ladronzuelo y chico para todo que vive en Dalmasca, una ciudad conquistada por el Imperio que gano la guerra y que, aun en su libertad, vive bajo un yugo. Y sí, Vaan es el protagonista “hecho con molde” de los Final Fantasy, así que ya no tienes duda de que la historia realmente empieza.

Callejeamos un poco para descubrir cosas, y no podemos dejar de impresionarnos sobre.... ¡todo! Todo esta detalladísimo, personajes que se mueven con naturalidad y unos diseños muy trabajados.... y aquí viene uno de los problemas: El mapa esta subdividido en submapas, y cada mapa en áreas. Cuando cambias de área se nota un cierto lag al cargar, pero cuando cambias de submapa parece que la PS2 se muera, hasta 1 minuto he llegado a esperar (con la clásica preocupación de... a ver si se me va a escoñar sin salvar). Además, no hay mapa del mundo y.... no se... es un poco coñazo recorrer submapas de desierto a lo tonto cada 2 x 3.


Avanzando en la historia haces un par de recaditos y aceptas la misión de cazar un tomate asesino. Dando vueltas por la ciudad aprendemos cosas sobre el entorno en el que estamos y descubrimos el nuevo sistema de “Licencias”.

Este sistema es, en mi forma de ver, la forma que tiene Square de frenarte a los personajes, lo explico: Hay un tablón licencias a ganar, similar a las esferas del FFX, cada licencia cuesta unos puntos que se ganan derrotando enemigos. Estas licencias son necesarias para todo, desde usar armas a las magias o las habilidades. Un personaje no podrá usar un arma o magia si no tiene la licencia correspondiente y... (aquí viene lo chungo) la compra antes. Es decir, que aunque es lógico para las armas y armaduras, si subes tu personaje hasta poder conseguir Piro+ no podrás usarla hasta que encuentres una tienda que la tenga. Lo cual te obliga a avanzar en el juego y te quita libertad para hacer lo que solemos hacer los jugadores veteranos (cansarnos de matar bichos)

De momento yo ya llevo unas 10 horas de juego, he encontrado a tres de los personajes del grupo y he combatido junto a dos más. He cazado monstruos, he matado replicantes y soldados. Me han capturado, y escapado por el desierto...

Sigo con ganas de más... y tiene toda la pinta a que voy a tener muuucho que jugar, sobretodo cada vez que miro la guía del juego, aun en la estantería, y veo que el doble de gruesa de la del FFX.

1 comentario:

  1. Un par de cosas:

    Respecto al sistema de combate, durante el desarrollo normal del juego es cojonudo, porque elimina la pesadez de los combates aleatorios y lo hace todo mucho más rápico y ágil. Pero para los malos finales es horrible, porque es dificilisimo controlar a los personajes, y si los dejas a su aire estas jodido. En las 10 horas que llevo he tenido que resucitar gente más veces que en todos los juegos anteriores.

    Y sobre las licencias, no dejan de ser un sistema similar al de los anteriores juegos, pero lo que me trae loco es que se utilice también para las armas. ¿Pero qué lógica tiene eso?

    Por lo demás, la historia no pinta mal, aunque todavía casi ni se ha presentado. Y los escenarios son espectaculares, sin duda lo mejor para mi hasta ahora.

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